lunes, 2 de mayo de 2011

Respuestas insólitas 2:

Primer semestre de ingeniería. Primera clase de Matemática I: Siempre comienzo repasando algunos puntos básicos. La manipulación de expresiones algebraicas constituye uno de los mayores obstáculos que se encuentran los estudiantes en su primer contacto con el cálculo Superior.
Comienzo con una inocente pregunta: 

- ¿Qué resulta de sumar 1 + 2 + 3 + 4? - La respuesta y las miradas de "¿Qué le pasa a este tipo? ¿Es que nos cree retrasados o qué?" no tardan en aparecer
- ¡10! - Responden con tono cansino y puedo ver expresiones de suficiencia y de "me la estoy comiendo" por todas partes. Continúo con las preguntas inocentes.

-¿Qué resulta de sumar 2X + 3X + 5X? - Esta vez asoma algún rictus de sorpresa y duda, pero la respuesta correcta llega entre murmullos y expresiones de "¡Ah! Ya lo sabía".

- ¡10X! - Responden algunos mientras los demás guardan un silencio prudencial sin abandonar su expresión de suficiencia. Continúo mi ronda de preguntas escribiendo en la pizarra acrílica.

-¿Qué resulta de sumar...?
 
– Responden, casi a coro y comienza a renacer mi esperanza en el género estudiantil y acaricio la suave sensación de un semestre de buenos resultados. 

Suelto entonces la pregunta definitiva, la que me sacará de todas las dudas. La que me demostrará si esa sensación ilusoria será o no realidad

- ¿Qué resulta de sumar... ?

 ¡Caos total! Surgen varias respuestas a la vez; discusiones sobre quien tiene la razón. Escribo todas las respuestas que me dan el la pizarra:

– dicen algunos

– alcanzo a escuchar de otros

En concreto: Ninguna respuesta correcta. Todavía trato de comprender el intrincado proceso mental que les impulsa a manipular de esa manera los exponentes y a dar esa respuesta insólita. Más aún, todavía me cuesta hacerles comprender que esa última suma es imposible, que no se puede realizar y que se debe dejar hasta allí, que no hay nada más que hacer. Como dije en mi post anterior, lo que hace tan complicado sacarlos de este error, es que ESTÁN CONVENCIDOS QUE ÉSA ES LA RESPUESTA CORRECTA. Cada quien, a su manera de ver las cosas, piensa que está en lo correcto y mientras más convencidos están, más difícil es sacarlos de su error.